martes, 29 de julio de 2025

Escapar del amor

 
Nadie puede escapar del amor. Todos somos amados. Por una madre, un hermano, un tío, un primo, un amigo, una pareja, un hijo. Ninguna persona puede decir que nunca nadie le amó. Cuando nos vamos, dejamos en este mundo una estela de amor, porque los que nos aman, nos recordarán siempre. No podemos, en nuestra mayoría, dejar huellas imborrables, a menos que seamos próceres o gente demasiado famosa. Nuestra huella se termina borrando, indefectiblemente, cuando muere la última persona que nos conoció. Nadie puede librarse del amor.

GATOPAN

Este cuento está dedicado a Tina, a Bolita, a Caro Stadler, a las tostadas con manteca y a todas las personas que lo hicieron posible, como por ejemplo yo.

Abía una vez un gato. A ese gato le gustava mucho comer. Se comía las H y las B largas. Pero lo que más le gustva era comerse las vocales.

Un dia, el gato salt sobre la ms. Entonces, bia una chica qu staba comiend pan con mnteca.

Se l cayó la tstada en el piso boca abjo. Ell s enjó cn el gato prque no parab de molestar.

Ntnces, se le ocurrió un idea.

Garró al gato con l mano y le ató una tstad cn la mnteca mirand al tcho n l lomo.

De esa manera obtuvo una fuente de energía infinita obligando al gato a girar mientras le untaba muchas tostadas con manteca. Finalmente, se puso una fábrica de tostadas con manteca, con la cual mantuvo a sus hijos, a sus nietos, bisnietos, tataranietos y choznos, y se dedicó a escribir sin que el molesto gato se comiera las letras ni tirara sus tostadas con pan al suelo. Cuando veas una persona adinerada que nunca trabajó en toda su vida, ten por seguro que es chozno de la creadora de GATOPAN



AGRADEZCO

Tengo una pareja maravillosa. Tengo dos hijos conmigo que son dos soles, tengo una casa que es mía,  tengo nada de plata pero tengo comida, un techo sobre mi cabeza,  ropa para abrigarme. Tengo una cama donde puedo dormir porque tengo la conciencia tranquila. Tengo un hijo en el cielo. Y tengo ganas. Cada mañana tengo ganas de seguir durmiendo un ratito más, pero después tengo ganas de despertar y hacer miles de cosas. Tengo ganas de seguir estudiando, y mientras pueda, lo voy a seguir haciendo. Cuando canto, es porque tengo ganas de cantar. Aunque sufrí muchísimo en la vida, creo que está bien tener ganas de seguir viviendo. A veces estoy triste, a veces quiero darme por vencida, pero esa no es mi forma de ser. Abrazo la vida, agradezco cada respiro. Agradezco a Dios por haberme permitido vivir, por haberme permitido nacer y por permitirme seguir adelante a pesar de mí misma. Gracias Señor.