Este cuento está dedicado a Tina, a Bolita, a Caro Stadler, a las tostadas con manteca y a todas las personas que lo hicieron posible, como por ejemplo yo.
Abía una vez un gato. A ese gato le gustava mucho comer. Se comía las H y las B largas. Pero lo que más le gustva era comerse las vocales.
Un dia, el gato salt sobre la ms. Entonces, bia una chica qu staba comiend pan con mnteca.
Se l cayó la tstada en el piso boca abjo. Ell s enjó cn el gato prque no parab de molestar.
Ntnces, se le ocurrió un idea.
Garró al gato con l mano y le ató una tstad cn la mnteca mirand al tcho n l lomo.
De esa manera obtuvo una fuente de energía infinita obligando al gato a girar mientras le untaba muchas tostadas con manteca. Finalmente, se puso una fábrica de tostadas con manteca, con la cual mantuvo a sus hijos, a sus nietos, bisnietos, tataranietos y choznos, y se dedicó a escribir sin que el molesto gato se comiera las letras ni tirara sus tostadas con pan al suelo. Cuando veas una persona adinerada que nunca trabajó en toda su vida, ten por seguro que es chozno de la creadora de GATOPAN
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